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Depresión del danakil

Nos encontramos en  el territorio de los Afar, en su lengua los mejores, los primeros. Un pueblo orgulloso que desde la antigüedad se ha dedicado al pastoreo y a la extracción de la sal o “amole”, utilizada en tiempos como moneda de cambio y que todavía hoy arrancan al desierto con picos y palos. Un trabajo duro que forja hombres duros al igual que su entorno y que sin embargo nos sorprenden por su generosidad, al compartir con nosotros su pan.

 

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